domingo, marzo 30, 2008

Día 241, domingo

Siempre nos he considerado unos degenerados sexuales. Aún antes de conocerte intuía que las cosas contigo serían así. Una vez me dijiste, cuando yo aún era el niño que iba a echarse en tu cama para ver pelis, que era una lástima y un peso en tus espaldas parecer algo que no eras. Uno debería ser lo que parece, dijiste entonces. Pero el tiempo se ha encargado de darte la contra. Yo, en cambio, tengo razón al decir que somos unos desviados sexuales. Así que por eso te pido que no lo pienses más: pégame y decime Shirley.